L’Alcora cumplió ayer con la tradición y festejó a Sant Vicent, a pesar de que el día estuvo nublado y cayó una ligera lluvia. Centenares de vecinos participaron en la tradicional romería y la típica mocadorà. Los peregrinos partieron de la plaza de la iglesia, con el traslado del santo hasta el ermitorio. La comitiva estuvo presidida por el clero, las autoridades locales, la reina y las damas. El recorrido estuvo amenizado por la Colla Gegantera, con el acompañamiento de dolçainers y tabaleters y la Agrupació Musical l’Alcalatén, que tampoco faltó.

Tras la misa y el almuerzo por el entorno de la ermita de San Vicent, cientos de familias y grupos de amigos pudieron disfrutar del concierto, en la plazoleta de la misma, de la Agrupació Musical l’Alcalatén. Un evento que aglutinó a un entregado público.

También se celebró la entrañable mocadorà, que simboliza aquella tradición en la que el día de Sant Vicent era típico que, a la salida de la eucaristía, el novio le regalara un bonito pañuelo repleto de peladillas o caramelos a su amada. Esta tradición fue recuperada hace unos años por la coordinadora de los barrios de l’Alcora, que preside Enrique Salvador, y tiene notable éxito.

Los dulces se colocaban sobre la tela debidamente extendida, anudándose las cuatro esquinas formando un fardo, que constituía un precioso obsequio. Antiguamente, las personas con una economía holgada remataban el detalle colocando un anillo de oro o una pulsera, cogido al nudo de cierre del pañuelo.

gastronomía // Además, en el mismo puesto de la mocadorà se pudieron adquirir las típicas panades de Sant Vicent. A las 13.00 horas, tuvo lugar el regreso hasta la población de la romería, organizada por el Ayuntamiento y la parroquia. L’Alcora cumplió así, a pesar del mal tiempo, con la romería de Sant Vicent que es, sin duda, junto a la del Rotllo, de las más populares y concurridas de la capital de l’Alcalatén. H