La alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles, salió ayer al paso de las acusaciones que vertió sobre ella Manuel Roca, presidente de la plataforma vecinal de la Costa Norte, calificadas por la munícipe como «muy graves». Sobre las mismas, indicó que «reflejan rabia, manía personal y odio», y aseguró que el único interés que le mueve «es el del bien general del municipio y no especulativo o personal», como le acusan.

La munícipe argumentó que «Roca oculta información de una manera intencionada y en ningún momento habla del documento de referencia que remite la Generalitat al Ayuntamiento en el año 2011, que marca la línea a seguir en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), documento anterior al Pativel, y contempla los primeros 500 metros de afección como zona de interés estratégico y paisajístico, y deja bien claro que, a partir de la rambla de Cervera, no se puede construir, que es suelo rústico y, además, está protegido».

Asimismo, Miralles reiteró: «No vamos a hacer un urbanismo a la carta; continuaremos con la tramitación estrictamente legal del PGOU». E incluso fue más allá. «La Costa Norte ha sido la principal traba para que no se haya aprobado ya el plan», detalló.

Por otro lado, la primera edila anunció que el proceso de participación pública del Plan General Estructural (PGE) sigue adelante con la celebración de dos talleres y una mesa redonda.