El Ayuntamiento de Moncofa ha procedido a la apertura del tramo final del cauce del Belcaire con la finalidad de que poco a poco vaya desaguando al mar, ya que desde hace unos meses a dicho espacio llega el agua depurada de la planta que se encuentra solo a unos tres kilómetros de la propia desembocadura.

Desde que entró en funcionamiento la nueva instalación moncofense, el agua siempre ha sido conducida al río, que transcurre a escasos metros de esta infraestructura. Lo que ocurre es que ha tardado casi dos años en llegar al tramo final porque ha ido filtrando en el cauce debido a que se encontraba totalmente seco.

Ahora, con la llegada diaria de un caudal continuo, es cuando el consistorio ha decidido adoptar esta medida. El concejal de Obras, Pedro Sales, argumenta que «la finalidad de esta acción es darle salida y que no se acumule en dicho espacio». «Pretendemos que cuando lleguen las lluvias torrenciales y el río acumule mucho agua, tenga un buen acceso al mar y que no se genere ningún tipo de problema», detalla.