Moncofa se convirtió ayer en la capital motera de la Comunitat Valenciana en una multitudinaria concentración sobre dos ruedas que congregó cerca de 350 motos y reunió a más de 500 personas. El evento estuvo organizado por el club motociclista Wild Hogs de la localidad, con motivo de su octavo aniversario, así como de la inauguración del nuevo local de la asociación y del cambio de nivel conseguido.

El presidente del colectivo, Ricardo Rodríguez, destacó que fue una jornada especial e inolvidable. «Somos un club humilde y ayer nos acompañaron muchos integrantes de otros colectivos en esta fiesta», subrayó. Y es que hasta la localidad se desplazaron motoristas llegados de Castellón, Valencia, Alicante y Teruel.

Sobre el ascenso de categoría, Rodríguez explicó que supondrá visitar a muchos clubs, ser partícipes en eventos moteros y, por supuesto, aumentar el caché.

TRABAJO ARTESANAL // Desde primera hora de la mañana fueron llegando llamativos vehículos sobre dos ruedas, muchos de ellos con un gran trabajo artesanal de montura y mecánica, para compartir todos un almuerzo popular, tras el que recorrieron en un ruidoso pasacalle el centro de Moncofa, en dirección a la playa.

Además, hubo también un mercadillo de productos y objetos relacionados con el mundo del motor e incluso habilitaron una peluquería en plena calle. Entre todos los asistentes sortearon, además, varios tatuajes, que fueron realizados en el lugar y no faltó tampoco la música.

No en vano, diferentes actuaciones en la sede del Wild Hogs pusieron el colofón a esta gran jornada festiva, que llenó las calles de Moncofa de ambiente y numerosos vecinos, que se acercaron a observar los vehículos.