Los morellanos cumplen este fin de semana con el ritual de la rogativa a Vallivana. Como cada primer sábado de mayo, recorren los 24 kilómetros que separan la ciudad del santuario de su patrona, la Virgen de Vallivana. Cientos de romeros se reunieron para participar en esta tradición que finaliza hoy con el regreso en peregrinación por el mismo recorrido, con la satisfacción de cumplir el voto de sus antepasados.

A las 09.00 horas, se iniciaba el trayecto desde la Arciprestal de Morella. Previamente, el sonido de las gaitas morellanas, con los toques de los cánticos, que se entonan después en la rogativa, daban señal de que era un día especial. Los participantes se ataviaron con los clásicos sombreros y bastones. La comitiva la abre una bandera blanca marcando el ritmo del viaje y es seguida por la cruz y todos los rogativeros. A lo largo del camino se realizaron las paradas de siempre en el Hostal Nou, la masía de La Torreta y el puente de la Bota.

Durante el recorrido, la Guardia Civil controló el tráfico para que se desarrollara con normalidad. Desde hace unos años, la mayoría del camino se realiza por vías rurales, intentando evitar al máximo la carretera, aunque el último tramo se lleva a cabo en su mayoría por esta vía. A las 19.00 horas, llegaron a Vallivana donde se honró a la patrona. H