Transcurridos los dos días grandes dedicados a la patrona de la localidad, las fiestas de Peñíscola ya han iniciado la parte más lúdica, con una serie de jornadas temáticas dedicadas a sus colectivos más representativos. Tal y como manda la costumbre, las amas de casa fueron las primeras, con una misa matinal celebrada en la parroquia de Santa María. A mediodía, se pusieron sus mejores atuendos taurinos para disfrutar de la comida de hermandad con cerca de 200 participantes. Luego llegó el paseíllo que dio inicio a la fiesta taurina. Las más valientes se atrevieron con algunos pases a las vaquillas, mientras los espectadores contemplaron sus evoluciones desde la barrera.

Acto seguido tuvo lugar la primera tarde de vaquillas, con la ganadería de David Marín, así como la típica solta de reses en un tramo de la playa Norte.

MÁS ALICIENTES // Otras citas de ayer fueron la muestra de bonsáis y la apertura del recinto de las peñas ubicado en la playa Sur, junto a la entrada del puerto. La carpa albergó, hasta la madrugada, la actuación de la orquesta Magia Negra. Además, se disparó el gran castillo de fuegos artificiales de estas celebraciones. H