El Parador de Morella está más cerca de ser una realidad. La secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, avanzó ayer que se seguirán desarrollando las intervenciones arqueológicas previas para esta infraestructura e indicó que está previsto comenzar su ejecución en la segunda mitad de este año. Un «paso importantísimo», como lo definió el alcalde de la capital de Els Ports, Rham-sés Ripollés, por cuanto significa en el avance del proceso que debe dar paso al grueso de los trabajos de construcción de estas instalaciones hoteleras, muy reivindicadas para impulsar uno de los motores económicos más relevantes de la zona, como es el turismo. Así, este proyecto supone aumentar la oferta de habitaciones que existe en la localidad y albergar más visitantes en la ciudad.

El anuncio se produce después de que, el pasado octubre, el consistorio recibiera el proyecto arqueológico, valorado en dos millones de euros. Este es el paso que precede a la autorización de la licencia de obras, que se tramita desde el Ayuntamiento. Además, la Conselleria de Cultura realiza los informes para la posterior licitación de los trabajos, los cuales están incorporados en los Presupuestos Generales del Estado, pendientes de aprobar.

El Parador ocupará cerca de 6.000 m2, y se situará en la zona más elevada del casco urbano, cercana al castillo que lo corona y junto a la muralla que conforma su perímetro exterior. Las actuaciones se circunscribirán al antiguo convento de San Francisco y el de las monjas agustinas y patio posterior al mismo, todos ellos de gran valor artístico de diferentes épocas; y al solar colindante a los anteriores inmuebles.

Las intervenciones arqueológicas tendrán una duración de 12 a 18 meses. El proyecto se divide en dos, la parte arqueológica y la rehabilitación, que servirá para culminar esta reivindicación de los vecinos del municipio.