El Ayuntamiento de Orpesa ultima, a través de la Concejalía de Medio Ambiente, el impulso de una campaña para acabar con los orines de los perros en la vía pública para conseguir una ciudad más limpia. Para ello, repartirán alrededor de 1.000 botellas entre los propietarios de canes, con unas hojas de instrucciones para mezclar agua con vinagre. Un método que, al aplicarlo, elimina el mal olor, explicó el responsable de Medio Ambiente, Jordi Llopis.

«Serán recipientes reutilizables, con el logo del consistorio y algún mensaje de concienciación enfocado a la limpieza y del daño que provocan los orines de los perros en las calles y el mobiliario urbano», detalló el concejal.

NORMATIVA // De forma simultánea, trabajan para dar luz verde a la nueva ordenanza relativa a los animales, que entrará en vigor a principios del 2020. La normativa recogerá como falta leve no actuar contra los orines, aunque, según aclaró Llopis, «no lo ejecutaremos de inmediato, primero queremos sensibilizar a los vecinos y que sea más informativo».

La no recogida de excrementos en la vía pública sí se sanciona actualmente como falta leve, con multas de entre 50 y 250 euros. Y si hay reiteración, como grave, de entre 250 y 500.El objetivo es iniciar la campaña didáctica antes de que acabe el año y como preparación a la ratificación de la reglamentación.

OTRAS CUESTIONES // El documento contemplará asuntos como el maltrato animal o el impacto acústico si se producen molestias en los vecinos por ladridos, así como un mayor control de las colonias felinas del municipio, como ya avanzó Mediterráneo.

El Ayuntamiento tiene preparado un borrador de la normativa, cuya memoria someterán a consulta pública y, tras ello, pasará por pleno para aprobarla.