Fue por marzo del 2018 cuando el Ayuntamiento de la Vall d’Uixó anunció, a través de un acto público, la construcción del parque del Polígono III para aquel mismo verano. Mucho ha llovido desde entonces, y bastante se ha tenido que negociar hasta lograr un acuerdo con la empresa concesionaria del párking subterráneo, que posibilitará la ejecución de unas reformas para las que se habían reservado 500.000 euros.

El bloqueo de estas obras, que pretendía ser uno de los proyectos estrella de la recta final de la legislatura, se inició con la presentación de alegaciones por parte de la empresa que gestiona el aparcamiento que se construyó en su día junto a la estación de autobuses de la ciudad, porque consideraban que la ejecución «podría afectarle», según el edil de Urbanismo, Javier Ferreres.

Tras su estudio, el consistorio ha contemplado «parte de esas alegaciones, porque desde la oficina técnica se ha entendido que son positivas y pueden mejorar el proyecto», como sería el caso del sistema de evacuación del agua, que tendrá «varias pendientes para facilitar el desagüe y que no haya estancamientos o humedades», detalló el concejal.

Otra preocupación de la empresa era el sobrepeso que debería soportar la estructura del párking por los materiales a aportar para la construcción del ágora prevista en el proyecto. Tras estudiar todas las posibilidades, el equipo de gobierno ha decidido prescindir de su instalación.