El concejal de Fiestas de Peñíscola, Ramón Simó, hizo ayer un balance satisfactorio de las celebraciones patronales, que concluyeron el pasado domingo con el desfile de moros y cristianos. El edil detalló que el principal inconveniente fue el tiempo, ya que la lluvia alteró la programación en algunas jornadas. «A pesar de ello, casi todos los actos se pudieron celebrar con normalidad, al cambiarlos de ubicación, como el homenaje a los mayores que llevamos al interior del Palau de Congressos», detalló.

En cuanto a la vertiente turística, Simó explicó que los fines de semana «la ocupación en los hoteles fue del 90%, mientras que el resto de días hubo varios establecimientos que superaron el 80%. Además, los restaurantes tuvieron pocas cancelaciones en días como el del castillo de fuegos artificiales, que a pesar de la lluvia de la tarde pudo dispararse».

PREPARATIVOS / Respecto a la edición del 2020, el responsable del área comentó que un objetivo «es llevar el máximo número de actividades a la calle», y señaló que en breve «se decidirán las fechas», con la opción más probable de una agenda de 14 días, desde el 7 al 20 de septiembre.

Uno de los hechos más comentados en las primeras jornadas fue el baile de gala de la proclamación en la carpa del puerto, a diferencia del patio de armas del castillo, como venía ocurriendo hasta ahora, al no tener permiso técnico de la Diputación. Simó anticipó que en el futuro seguirá siendo así. «Si no autorizaron esta vez, dudamos de que lo hagan en los siguientes», concluyó.