Las representantes de las fiestas de Peñíscola tienen en septiembre sus momentos de mayor intensidad con las celebraciones dedicadas a la Virgen de la Ermitana. Pero sus cometidos no finalizan ahí, sino que acompañan a los conciudadanos y visitantes en el calendario de eventos que se desarrolla a lo largo del año. Una de las primeras muestras tuvo lugar anoche, con la apertura de las fiestas de invierno, un fin de semana que pretende reunir a los habitantes de la localidad, tanto los que pudieron vivir por todo lo alto las jornadas patronales como aquellos que no pudieron hacerlo por ocupaciones laborales relativas al turismo.

El disparo de las tracas supuso la apertura de la programación, que tiene como principal punto de encuentro la carpa instalada en la plaza Santa María. Allí se reunieron los participantes de la torrà popular, con el valor añadido del componente solidario, ya que la recaudación de los tíquets iba destinada al colectivo local de la Asociación Contra el Cáncer.

Alcanzada la medianoche, siguió la agenda prevista, con el baile amenizado por la orquesta Ágora y el encierro de vaquillas en la calle Saiz de Carlos.

PAELLAS / Este mediodía llega uno de los momentos más esperados, con el concurso de paellas, que reunirá a más de una veintena de entidades y grupos de amigos inscritos, que prepararán sus elaboraciones en la plaça de Bous. Por la noche habrá verbena de la mano de banda Magia Negra y el último encierro de estos días.