Un hecho fehaciente es que la empresa privada no invierte si no ve perspectivas de futuro en el destino turístico y Peñíscola se ha convertido en la joya de la corona en este sentido. Según los datos de rentabilidad y empleo turístico extraídos del Barómetro de Exceltur, en la campaña del pasado año, la Ciudad en el Mar creció por encima del 8% en rentabilidad hotelera y más del 6% en materia de empleo, cuando la media nacional rondó el 2% en ambas variables. Estos valores asignados a la localidad del Baix Maestrat se traducen en oportunidad de negocio y atraen inversión.

Peñíscola dispone de alrededor de 10.000 plazas hoteleras, de las cuales, más de la mitad han sido creadas en la última década. Se trata, pues, de una planta hotelera muy nueva. Y en los últimos dos o tres años, varios han sido los establecimientos del sector que han renovado sus instalaciones para mejorar la oferta y ser más competitivos. Es el caso de, entre otros, el hotel Don Carlos, situado junto al Palacio de Congresos, que asumió la gestión RH y acometió una reforma integral. También han puesto en valor los hoteles Prado y Duma, que ampliaron y renovaron por completo sus instalaciones.

Actualmente, se han sumado a esta tendencia María Cristina y Los Delfines. El primero es de una empresa familiar local que también es propietaria del Sunday’s Beach Hotel y del emblemático Cabo de Mar, que reformaron hace pocos años. «Ya somos más de una generación dedicada a la hostelería. De hecho, Cabo de Mar fue el primer hotel que hubo en Peñíscola y María Cristina también era de los más antiguos, y apostamos por la renovación», explica la gerente, Agustina Drago. «Ahora estamos en pleno proceso de transformación del María Cristina, ya que cambiará su fisonomía y ampliaremos número de plazas. Todo ello para lograr la categoría de 4 estrellas y no de 2, como hasta ahora», apunta.

En cuanto a Los Delfines, pertenece al grupo Hoteles Mediterráneo --como Acuazul y Acualandia -- y con los trabajos pretenden conseguir que sea el alojamiento de más categoría de la ciudad, con una calificación de cuatro o cinco estrellas, y además abrir durante todo el año.

innovación // La apuesta de la empresa privada por innovar en esta localidad la posiciona en la vanguardia de la oferta turística, más cuando en otras zonas de similares características, la mayor parte de la plata hotelera fue construida en las décadas de los años 70 y 80. Esta circunstancia le otorga una ventaja competitiva en el posicionamiento de un segmento de público de mayor capacidad económica.