La espectacularidad de los vestidos y el acompañamiento de las formaciones musicales son dos de los ingredientes que nunca fallan en el último fin de semana de las fiestas patronales de Peñíscola. La Associació Cultural de Moros i Cristianos volvió a deslumbrar a miles de espectadores con el primero de sus desfiles, que partió desde la avenida Papa Luna, a la altura de la zona deportiva local, y culminó en la Plaça de Bous.

La presidenta de la entidad organizadora, Agustina Martorell, indicó que, en total, «participan en el recorrido unas 2.000 personas, entre los socios, las 10 bandas de música que acompañan este acto, dos formaciones de dulzaina y grupos de caballistas».

Para ella, formar parte de esta fiesta «es algo muy emocionante, al salir con esta indumentaria y recibir el cariño de un público que en muchos casos viene desde lejos para vernos cada año».

INCORPORACIÓN / En esta edición se cuenta con siete escuadras cristianas y una decena de moras. Además, dentro de este segundo grupo se encuentra una novedad, la de la formación de Turkanes, que ayer desfilaron por vez primera, y cuyo estandarte fue bendecido el viernes en el transcurso de la misa que da inicio a toda esta actividad. También destacó la carroza en la que hizo el trayecto la dama Ana Rita Rovira. «Siempre intentamos superarnos», comentó Martorell. Otro participante especial fue el Moro de l’Any, Miguel Castell, que este fin de semana comparte con los miembros de este colectivo su frenética agenda de eventos.

Por otro lado, durante la madrugada se hizo el concierto de Fangoria en la carpa del puerto. Hoy finalizan las celebraciones dedicadas a la Virgen de la Ermitana, con el segundo desfile, seguido de fuegos artificiales que se dispararán en la playa Sur.