La coincidencia del día más representativo de las fiestas de Peñíscola en domingo hizo que la participación se disparara en el día de ayer. Un hecho que se hizo notar especialmente por la mañana, cuando se ofició la misa en el templo de la Virgen de la Ermitana, y que incluyó uno de los momentos más esperados para muchos de sus habitantes: la ofrenda de flores dedicada a la patrona.

El desfile por el pasillo central del ermitorio se alargó durante más de media hora, con los ramos y las cestas aportados por gente de todas las edades, además de la contribución de buena parte del tejido asociativo local. La concejala de Fiestas, Raquel París, remarcó «la satisfacción de ver que Peñíscola acompaña a la Ermitana en estos momentos señalados, y en los que toda la sociedad está presente una vez más».

La eucaristía estuvo oficiada por el párroco, Ricardo Fígols, y su antecesor, Manel Doménech. La Coral Polifónica de Peñíscola acompañó la ceremonia. Posteriormente, la reina de las fiestas, Lidia Oms, junto a las damas mayores e infantiles; y las autoridades, con el alcalde Andrés Martínez al frente, hicieron el recorrido hasta la plaza del Ayuntamiento, donde actuaron los integrantes del Grup de Danses junto a la banda de música.

Las muestras de devoción siguieron por la tarde, con la última sesión del novenario, la multitudinaria procesión por el casco antiguo y la suelta de palomas, en el momento en el que la imagen de la patrona regresó a su morada. La plaza de Armas concitó la expectación posterior, con la segunda actuación de los bailes y el desenlace de la danza y batalla de moros y cristianos.

AMAS DE CASAS / En cuanto al programa previsto hoy, el colectivo destacado es el de las amas de casa. Por la tarde disfrutarán de la comida de hermandad y, acto seguido, realizarán un recorrido por el paseo marítimo, para ser ellas las que inauguren la agenda taurina. Además, a las 21.00 horas, tendrá lugar la cena de pa i porta en el Parador de Fiestas.