La ocupación hotelera y el servicio ferroviario están siendo la cara y la cruz de la actividad turística en Peñíscola. El concejal del área, Rafael Suescun, destacó que la ocupación hotelera, en lo que va de mes, está “en un 90% de media, una cifra muy similar a la del año pasado”. El edil destacó que este dato en julio “es difícil de superar”, si bien destacó que se ha detectado un incremento en la demanda de los turistas, “algo que se traslada a mejores precios y un mejor posicionamiento”.

La parte negativa viene por el transporte. Las obras del AVE a Castellón han supuesto la reducción de trenes que llegan desde Madrid a la estación de Benicarló-Peñíscola. En temporadas anteriores había dos Alvia diarios, tanto de ida como de vuelta, que ahora se han sustituido por trenes con trasbordo en Valencia y el consiguiente incremento del tiempo del trayecto, que con los Alvia era inferior a cuatro horas.

El otro frente tiene que ver con el Euromed. La Generalitat de Cataluña ha conseguido que Renfe habilite, a partir del 1 de noviembre, paradas de este servicio en la estación de l’Aldea, en el sur de Tarragona. Desde Peñíscola llevaban más de una década reclamando parada en el Maestrat, como forma de facilitar la llegada de turistas procedentes del arco mediterráneo. La razón esgrimida para esta negativa era que las paradas intermedias entre capitales de provincia perjudicarían el tiempo de trayecto. “Me alegro por ellos, pero no por el hecho de que no podamos contar con parada”, explica Suescun. Ante esta situación, continuarán trabajando para que en Peñíscola “paren todos los trenes que haga falta” y serán “tan insistentes como siempre en este asunto”, concreta.

Como compensación, el funcionamiento del aeropuerto de Castellón está dejando mejores sensaciones. “Todavía no es muy relevante la cifra de nuevos turistas ingleses por los vuelos, pero sí se ha notado, incluso en el alquiler de apartamentos”, afirma. En cuanto al resto del verano, Suescun dice que el agosto “se presenta bueno”, con los alicientes añadidos del impacto de Juego de Tronos. H