El Ayuntamiento de Peñíscola, a través de la junta local de gobierno, ha acordado la clausura definitiva del cámping Papa del Mar, situado junto al camino de la Ratlla del Terme, que separa esta localidad de Benicarló. El acta de la reunión justifica la medida al «considerar probado que se ha ejercido la actividad sin la preceptiva licencia, con peligro para la seguridad de las personas». Asimismo, se considera que los hechos constituyen «una infracción muy grave» y se ha impuesto una sanción de 300.000 euros.

La resolución del consistorio, con fecha del 3 de noviembre, tiene su origen en un expediente sancionador abierto el 20 de agosto del 2015, por carecer de la licencia ambiental. Desde la propiedad del establecimiento, ocupado fundamentalmente por construcciones de tipo bungalow, se realizaron alegaciones y trámites legales.

Desde la propiedad del negocio, sobre el que pesa una orden de cierre, Juan Pascual Sorlí asegura que el cámping sigue abierto. «La resolución del juzgado está recurrida en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), por lo que estamos a la espera, y nosotros no hemos recibido la notificación de la orden de cierre por parte del Ayuntamiento». Sorlí aseguró enterarse por este periódico de la decisión del consistorio.

licencia // «Entendemos que tenemos todos los permisos, y que tenemos la licencia concedida por silencio administrativo positivo», ya que desde el consistorio de Peñíscola «no se han pronunciado todavía sobre la licencia, causándonos una indefensión».

La contestación municipal a las alegaciones presentadas, en su momento, por el cámping indica que el proyecto «no coincide con la realidad existente», al estar los pasillos laterales ocupados y haber aumentado la superficie en algunas zonas. En cuanto a la seguridad, «no se aportó ningún plano de distribución de las medidas contra incendios que permitan valorar el cumplimiento de la normativa aplicable». Por todo ello, la junta de gobierno del 26 de noviembre del 2015 ordenó la «clausura inmediata temporal de las instalaciones». Medida que se cumplió, al tiempo que se adoptaron algunas mejoras.

informe policial // El desencadenante del cierre definitivo fue un informe de la Policía Local, en el que se constató que esta zona funcionaba el pasado mes de julio «con gran afluencia de gente», a pesar de mantener en sus fachadas los carteles de zona cerrada temporalmente. La clausura no se pudo hacer en ese momento, debido a un recurso. En octubre, el juzgado desestimó la medida cautelar y el consistorio ordena ahora el cierre.