La imagen de la acumulación de algas en una parte de la playa Norte de Peñíscola ha desaparecido. El consistorio, tras haber efectuado consultas a la Generalitat y el consorcio de residuos de la zona norte de Castellón, ya tiene establecido un protocolo de actuaciones que permite un adecuado tratamiento de esta materia.

La semana pasada, desde la administración local dieron a conocer su queja por la situación creada desde el temporal marítimo de Semana Santa. La empresa encargada de la limpieza de la costa recogió las algas de la orilla y las envió a la planta de Cervera para proceder a su tratamiento, pero no hallaron autorización, por lo que tuvieron que depositarlas en una parte acotada de la arena. El edil de Medio Ambiente en funciones, Alfonso López, detalló que este amontonamiento estaba «localizado en un único punto y pequeño», pero era necesario contar con un método que evite generar una mala imagen.

El sistema establecido es la retirada de estos elementos a la planta de transferencia de residuos del municipio, para proceder a su secado fuera de la vista de los bañistas. «Luego hay que separar las algas de la arena y la sal, y una vez hecho esto, se mandarán a tratar en la planta de residuos», según detallan desde el consistorio. El martes, la acumulación registrada desde Pascua ya fue sometida a este proceso.

BANDERAS AZULES / Desde este año, la normativa para la concesión de las banderas azules establece que debe garantizarse un correcto método para estas plantas presentes en el mar. Aunque para muchos bañistas son un residuo, son consideradas parte del ecosistema, y por ello los ayuntamientos no pueden deshacerse de ellas de cualquier forma. De ahí los cambios, y el riesgo de perder los galardones en caso de incumplir el reglamento.