Les Penyes de la Vall ya están de fiesta. Y como manda ya la tradición, a las 18.00 horas de este sábado, en una transformada plaza del Centro, se dispararon los cohetes del Chupinazo y un pasacalle de música de charanga y agua anuncia a todos que la fiesta ha empezado y que por delante quedan nueve días intensos, con pocas treguas para el descanso de quienes no quieran perderse ninguna de las propuestas.

No faltarán el concurso de ganaderías, que forma parte de la esencia misma de les Penyes. Tampoco se quedan fuera el día de paellas y el pasacalle de disfraces, y la plaza del Mercado, junto a la explanada de las carpas, serán las ubicaciones principales, aunque con nuevos alicientes esta vez.

Las tascas gastronómicas que instalarán junto al coso taurino quieren ser ese punto de encuentro para los de siempre y los que no encontraban su lugar en estas celebraciones. Con más de 20 actuaciones en directo, de lo más eclécticas, esta es otra de las iniciativas que quieren enriquecer la oferta lúdica buscando al público más heterogéneo posible, en respuesta a una filosofía que persigue la inclusión festiva.