Los miembros del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Emilio Careño, José Manuel Martínez y José Vicente Cantavella, ratificaron ayer, ante el juzgado de Vinaròs que instruye el caso Castor, las conclusiones a las que llegaron en el informe que emitieron el 17 de diciembre del 2013, tras la serie sísmica acaecida en la capital del Baix Maestrat. Declararon ayer como peritos.

Los testigos determinaron que los seismos registrados frente a la costa de Vinaròs, “tienen una relación directa con la actividad de inyección de gas realizada en la plataforma Castor”. Para justificarlo, recordaron que antes del 5 de septiembre de 2014, la base de datos sísmicos del IGN apenas presentaba seis registros sobre movimientos ese año y que, a partir de esa fecha registraron más de 500 seísmos. H