No hubo petición de perdón aunque sí reconocimiento de una equivocación. El alcalde de Vinaròs, Enric Pla, eludió ayer pronunciar una disculpa como tal después de haber equiparado la actitud del PP local con los autores de la lacra de la violencia de género al asegurar que «la obsesión del PP Vinaròs ha sido como los maltratadores machistas, que si no mía no es de nadie», en relación al fracasado proyecto de la piscina municipal. Tras reclamar el portavoz popular, Juan Amat, en el turno de ruegos y preguntas del pleno ordinario del mes de noviembre, dar este paso, Pla indicó: «Seguramente me equivoqué. No es necesario sentirse orgulloso de algo cuando uno no ha sabido explicarse».

El primer edil vinarocense se escudó en una mala interpretación de sus palabras. «Cuando las cosas no se entienden como uno las ha planteado es que no están bien planteadas», apuntó.

TENSIÓN / El munícipe resaltó que sus palabras se enmarcaron «dentro de la alteración general plenaria». E incluso señaló que el PP estuvo forzando su expulsión durante toda la sesión reclamada por los populares para pedir responsabilidades por la pérdida de la instalación deportiva.

Tras ello, desde el grupo popular indicaron: «Aceptamos el gesto, aunque obviamente no se trata de una disculpa pública». En su intervención, y como ya adelantó este diario, Amat aseguró que si el alcalde vinaroncense no se retractaba públicamente, pedirían su reprobación durante una próxima sesión plenaria.

Además, le recordó que sus palabras no solo habían resultado ofensivas cara a los ediles populares, «también significaron una falta de respeto hacia los votantes del Partido Popular y las víctimas de la violencia de género».

La petición de rectificación le llegó incluso de sus compañeros de equipo de gobierno. En concreto, el miércoles, el portavoz del PSPV, Guillem Alsina, le urgió públicamente, en un comunicado, que diera este paso. Desde Compromís, su representante, Doménec Fontanet, también consideró que las palabras no fueron acertadas, aunque las situó en el contexto de tensión que se vivió en la sesión plenaria.

Un encuentro en el que ninguno de los ediles implicados en la pérdida del proyecto asumió responsabilidades y acusaron a los populares de haber judicializado el asunto con el objetivo de boicotear esta necesaria actuación.