Rumbo a una nueva casa para los agentes. Después de que la semana pasada comenzaran los trámites entre el Ayuntamiento de Almassora y la Generalitat para la cesión del antiguo laboratorio autonómico de Calidad como nuevo retén de la Policía Local, el comisario jefe, Roberto Verdoy, se muestra esperanzado de que el traslado de sede pueda producirse antes de verano del 2020. «Los técnicos son muy optimistas y nos gustaría instalarnos durante el primer semestre del año que viene», comenta el mando.

El futuro hogar policial estará ubicado a las afueras del municipio, concretamente en la calle Industria, dentro del polígono Mijares --justo enfrente de la nave de Osumar--, y permitirá dar uso a un local que se encuentra inactivo desde el 2012. El inmueble, adscrito a la Conselleria de Vivienda, se convertirá en la nueva base de operaciones de los 51 agentes de la plantilla de la Policía Local, que ahora tiene su sede en la planta baja del consistorio, con las limitaciones que ello conlleva para el trabajo diario.

La principal ventaja del traslado, según apunta el comisario, será la mejora del acceso para la flota de vehículos --siete coches patrulla, además de motos y bicicletas--, que actualmente deben ser estacionados en la calle al no disponer de un aparcamiento interior. Pero el cambio también aportará plusvalías para la ciudadanía. «El actual retén también resulta de difícil acceso para los vecinos, por lo que creemos que el nuevo espacio también permitirá facilitar el desplazamiento de las personas que tengan que realizar una consulta», comenta.

Verdoy tampoco olvida el beneficio estratégico que supone mudarse a las afueras. «Nos permitirá ofrecer una intervención más directa, ya que estaremos situados a escasos 200 metros de la estación y al lado de una gasolinera y talleres mecánicos», detalla.

La parcela que albergará el retén consta de una superficie total de 1.700 metros cuadrados, con un vial interior que cuenta con un camino asfaltado, mientras que el edificio en sí tendrá más de 390 metros. Una de las sorpresas que encontraron los agentes al conocer las instalaciones es que se encuentran «en mejor estado del que pensaban», pues se trata de un espacio «diáfano», que hará que las reformas para acondicionar las antiguas salas de laboratorio del edificio sean «mínimas», antes de efectuar el traslado.

Funciones como depósito de vehículos

Otra de las novedades que traerá consigo el cambio de dependencias policiales es que el futuro retén también desempeñará funciones como depósito municipal. «Queremos agilizar la entrega inmediata de vehículos, por lo que ahorraremos a muchos vecinos tener que desplazarse hasta el depósito a por su coche», afirma Verdoy. Así, el objetivo de la Policía Local es que la nueva sede pueda acoger a un volumen de cinco o seis automóviles que haya recogido la grúa para facilitar la entrega a sus propietarios.