Erica Ventura, Miguel, Rosa María y Yumara ya son, desde ayer, portellanos. La familia que salvará el futuro del aulario del colegio rural agrupado de Portell llegó a la localidad para establecerse de forma definitiva.

La relación de estas personas con el pueblo nació de las páginas de Mediterráneo, al informarse de la oferta lanzada por el Ayuntamiento: trabajo y casa con un alquiler social a cambio de escolarizar a las menores para salvar el centro educativo. Esa fue la propuesta del consistorio que llevó a estos valencianos a postularse para la oferta.

«Estamos muy satisfechos con la llegada de la primera familia, la otra se incorporará en septiembre. Esperamos que estén bien y sean unos portellanos más», destacó el alcalde, Álvaro Ferrer.

Por su parte, los protagonistas también se muestran ilusionados con la nueva oportunidad. «Empezaré a trabajar mañana, estoy muy contenta. La casa es muy bonita, acabamos de llegar con todo y aún tenemos que colocar la mudanza, esperamos conocer a muchos vecinos», indicó Ventura.