La suspensión de las fiestas estivales de Nules --tanto las de Sant Roc en la playa, como las patronales de Sant Bartomeu y las de Mascarell, en el mes de agosto-- no ha sido bien recibida por la oposición en el Ayuntamiento. No tanto por el fondo de la cuestión, sino por las formas que, a su modo de ver, está aplicando el alcalde, David García (Centrats en Nules) desde que se iniciara el estado de alarma, dado que le afean que haya llegado a esa decisión «sin consultar con nadie, sin pasar por comisiones y sin dar participación ni consensuar con la oposición», indicaron ayer desde el PP, donde incluso niegan que este desenlace se haya tomado por unanimidad de la Comisión de Fiestas y creen que tiene más de «escenografía que de capacidad de gestión política, que no existe».

En concreto, los populares consideran que para las fiestas de agosto «falta todavía faltan tres meses y las cosas pueden cambiar de manera considerable en ese tiempo». Más allá del hecho de que «no se trata de hacer fiestas por hacerlas si no hay garantías sanitarias», la gravedad del asunto radica en que el alcalde «siga actuando en solitario, improvisando, sin consultar y pasando por encima de los órganos de representación democrática, excluyendo de todo a la oposición para después responsabilizarnos de las consecuencias de su evidente incapacidad gestora», recriminaron fuentes del seno del PP.