El concejal de Hacienda de Almassora, Santiago Agustí, defendió ante el pleno de marzo la evolución económico-financiera del Ayuntamiento, que sitúa el dato de la presión fiscal de 2018 como el más positivo de los últimos seis años, al pasar de 708,84 euros en el 2012 a 537,12 euros en el último ejercicio. Es decir, cada vecino de la ciudad paga una media de 171,72 euros menos en impuestos cada año.

Los números facilitados en la sesión plenaria permitieron conocer el progresivo descenso de los tributos: «De los 708,84 en el 2012; 664,40 del 2013 o 656,87 en la legislatura pasada, hemos pasado a situarnos siempre por debajo de los 570 euros, con el dato más bajo alcanzado en el 2018, cuando no alcanzamos los 540 euros al año por vecino», según el edil.

Agustí aprovechó para detallar el descenso de la deuda municipal en más de 7,8 millones de euros, entre el 2012 y la actualidad, por debajo de los 2 millones, debido a la amortización de préstamos, entre los que figuran las deudas contraídas por el anterior equipo de gobierno, para pagar la sentencia urbanística por la tasación irregular de los terrenos de la avenida Generalitat.

Este hecho ha permitido que el endeudamiento por habitante pase de 367,50 euros, en el 2012, a 104,66 en 2018, cifra que en la actualidad es menor, debido a la progresiva amortización de las obligaciones bancarias.