El del 2019 va a ser un verano con movimiento en los 2,5 millones de metros cuadrados del PAI Golf Sant Gregori. Al menos así lo prevé la urbanizadora, que sitúa en el mes de julio la entrada de los topógrafos y el inicio de las labores de desbroce de los terrenos. El proyecto urbanístico comienza a moverse y ahora depende de la propia empresa que empiecen las obras de urbanización tras la aprobación, ayer, en sesión plenaria extraordinaria, del acuerdo transaccional. Fue después de rechazar las alegaciones y de levantar los reparos existentes con los respaldos de los informes jurídicos de un gabinete externo.

PSOE, Compromís, Se Puede Burriana y Cibur votaron a favor, mientras el PP se abstuvo y Ciudadanos se posicionó en contra alegando estar en la línea de las apreciaciones de los técnicos municipales. Con este paso, la pelota ahora sí está de lleno en el tejado de Urbanizadora Golf Sant Gregori. La mercantil dispone del plazo de un mes para presentar los avales, que elevan las garantías del PAI hasta los 9,5 millones de euros. Eso se debe a que el consistorio solicitó un incremento de las garantías como condición indispensable para la reactivación de la condición de agente urbanizador de la compañía.

La firma tiene la intención de ir aportándolas al Ayuntamiento a medida que las vaya teniendo, de manera que los funcionarios puedan ir validándolas y, así, acortar al máximo los tiempos.

Y la previsión es que entre finales del mes de marzo y, como muy tarde, a comienzos del de abril, el consistorio le devuelva la condición de agente urbanizador. Será entonces el momento de preparar toda la documentación para llevar a cabo una licitación de la obra pública del PAI en lo que será un concurso a nivel europeo. Es una tramitación un tanto más prolongada en el tiempo de lo normal, pero así lo marca la legislación vigente.

PASO A PASO // Las previsiones que se manejan en estos momentos son que las máquinas entrarán de lleno a trabajar en Golf Sant Gregori durante el mes de septiembre. Las primeras tareas serán las de abrir caminos, preparar los accesos, realizar zanjas y dejarlo todo preparado para el arranque de la urbanización.

LA HISTORIA // La sesión plenaria de ayer apenas duró una hora, pero supuso un paso decisivo en el futuro del PAI después de varios años de parálisis, incertidumbre y también trabajo en la sombra para desenredar aquello en lo que había derivado un proyecto urbanístico que lleva en el Ayuntamiento de Burriana 19 años y en el que ha habido que superar una situación concursal de 50 millones de euros y hasta salvar una reserva de galápago europeo. Ahora, la tramitación administrativa está en su fase final y prácticamente todo listo para que Golf Sant Gregori comience a cambiar los huertos, la mayoría totalmente abandonados, por zonas ajardinadas, residenciales y un campo de golf con lindes en el propio mar Mediterráneo y el paraje natural municipal del Clot de la Mare de Déu.

Por todo ello, lo menos importante ayer fue el debate plenario, más allá de que las posturas de los diferentes partidos políticos eran claras desde hacía muchos meses y también los argumentarios para fijar posiciones.