El PSPV y Compromís de les Alqueries se dan una segunda oportunidad. La alcaldesa socialista, Esther Lara, y la concejala del partido nacionalista Betlem Albero firmaron ayer el Acord del Replà, con el que han hecho borrón y cuenta nueva, y pretenden garantizar la gobernabilidad. Así, dejan a un lado las desavenencias que provocaron la ruptura a mitad de la legislatura pasada --a raíz de la aprobación de los presupuestos para el 2018, para lo que Lara tuvo que recurrir al apoyo de Ciudadanos-- y abren una nueva etapa de «transparencia» y «progreso» para la localidad.

Tal como apuntó ayer la primera edila en el acto de la firma del acuerdo, la «prioridad» era pactar con Compromís por ser el grupo más afín, de acuerdo con los programas electorales. Las negociaciones entre socialistas y nacionalistas se iniciaron antes de la constitución de los ayuntamientos, el 15 de junio, pero no resultaron fructíferas. Según afirmaron Lara y Albero, no hubo «líneas rojas» por ninguna de las partes, pero se tuvo que «perfilar» el reparto de las áreas según la disponibilidad de cada uno de los concejales. Con todo, la munícipe reconoció haber escuchado las propuestas de otros grupos.

Para no cometer los mismos errores que en el pasado, el pacto incluye la creación de una comisión de seguimiento externa que se reunirá cada seis meses para supervisar los avances, así como posibles mejoras en la gestión.

En cuanto a los objetivos claves que han dado luz verde al acuerdo está la rehabilitación de la Casa de la Cultura y el Edificio del Replà. En el primer caso, el bipartito se mantendrá en la reivindicación ante la Generalitat y la Diputación para acabar la primera fase que comprende la biblioteca y la mejora de los alrededores. Y para el Replà, también se trabajará para obtener financiación de las administraciones públicas.