El consistorio inició ayer el reparto de 3.000 mascarillas entre los propietarios de los locales y establecimientos de Vila-real que ayer retomaron su actividad, cumpliendo con las medidas de seguridad e higiene marcadas dentro del plan de desescalada. Las 3.000 unidades, que se irán entregando a lo largo de estos días, son higiénicas reutilizables y han sido confeccionadas a través de la red solidaria con la colaboración de la empresa local Dolores Cortés y un grupo de más de 60 voluntarios.

En cada uno de los sobres que facilitan van cuatro mascarillas con cuatro filtros. Trabajadores del Ayuntamiento, junto con voluntarios, son los encargados de hacer llegar a los dueños de los establecimientos este material de protección, «con la intención de avanzarnos a las necesidades de la ciudadanía, en este caso, al pequeño comercio de la ciudad, que ha de hacer compatible su negocio con las medidas higiénicas y de prevención necesarias», recuerda al respecto el alcalde, José Benlloch.

También comenzó ayer el reparto de mascarillas entre los usuarios del transporte público, tanto en la estación de tren y en los autobuses que circulan por la ciudad, ya que, desde ayer, su uso es obligatorio. En este caso se trata de mascarillas desechables proporcionadas por la Subdelegación. De forma paralela, el Ayuntamiento continúa con el reparto en los domicilios de estos productos a través del correo postal.