Tras dos primaveras de relativa tranquilidad, la recta final de este invierno vuelve a detectarse una considerable presencia de bolsas y orugas de procesionaria en pinares. La escasez de lluvias en las últimas semanas y las temperaturas benignas experimentadas desde mediados del mes pasado son factores apuntados como causa de la situación.

Uno de los puntos en los que se aprecia el fenómeno es en Alcossebre, ya que existe una gran cantidad de pinos en las inmediaciones de la vía pública. El concejal de Medio Ambiente de Alcalà de Xivert, José Ángel Traver, detalla que desde la administración local «llevamos a cabo el mismo procedimiento que en los años anteriores, y en el mes de octubre realizamos los tratamientos con endoterapia, para impedir la proliferación de este insecto en ejemplares de terrenos públicos».

El edil mencionó que el efecto de estas inyecciones en los troncos de los árboles «han tenido un efecto positivo», si bien existe la problemática «en aquellos pinos ubicados en propiedades particulares; podríamos decir que nos encontramos con un fenómeno parecido al de los mosquitos, ya que sin la contribución de todos, el resultado no será todo lo efectivo que desearíamos».

Por este motivo, desde el consistorio se hace un llamamiento a los poseedores de pinos que hagan un seguimiento de procesionaria. Mientras tanto, «desde la empresa concesionaria del servicio de jardinería y el equipo de limpieza estamos sobre el tema, para miniminar los efectos». En este sentido, han iniciado la retirada de algunas bolsas, y solicitan a los viandantes a que eviten el contacto con ovillos y orugas. Los animales domésticos son los que sufren más esta plaga.