¿Qué sería de la mayoría de los actos de les Penyes si no fuera por la música de las charangas? En la Vall d’Uixó lo tienen claro. Sin charanga, no habría fiesta. Tanto es así que, para darles la relevancia que la organización cree que merecen, la directiva y el Ayuntamiento decidieron dedicarles una jornada casi en exclusiva, en un concurso que ayer se convirtió en la excusa perfecta para invadir las calles de la ciudad con melodías pegadizas, coreogafías multitudinarias y mucha diversión.

Porque aunque solo podía haber un ganador, si algo se les puede reconocer a los tres grupos participantes es que insuflaron a las más de 200 personas que se sumaron al pasacalle la energía suficiente como para considerar que la sofocante ola de calor que les acompañó de principio a fin solo era una circunstancia fácil de combatir.

El reto que los integrantes de Suc pa traure, Els Tocaets y ABDLB tenían entre manos no era baladí: tratar de convencer a jurado y público de que eran los mejores, al tiempo que mantenían vivo el entusiasmo durante horas. No fue tarea fácil, pero el éxito lo corroboraron cuantos permanecieron al pie del cañón hasta el último momento. Tanto es así, que el presidente de les Penyes, Vicente Pitarch, está convencido de que este acto «irá a más». Porque su intención en consolidarlo dentro de la programación.

Tras un animado pasacalle, en el que las tres formaciones realizaron un par de memorables batallas musicales, en la plaza del Circo y en la del Parque, llegó la hora de cogerse en serio lo que solo puede ser diversión. Tras la comida de caldereta de bou que congregó a cientos de peñistas en la explanada de las carpas, los grupos tuvieron cinco minutos para convencer a los cuatro miembros del jurado --un representante del CIAC, otro de la Schola y dos concejales-- de que merecían el preciado trofeo de campeones. El mérito fue para Els Tocaets, llegados desde Foios, seguidos por Suc pa traure, de la Vall d’Uixó.