El equipo dedicado a las labores de socorrismo en las playas de Peñíscola hizo balance de las servicios desarrollados a o largo del pasado mes de junio, que supone el primero del periodo estival. Desde la apertura de las casetas y puntos de vigilancia, el día 1, realizaron cerca de 350 intervenciones, entre las que destaca el rescate de dos personas desde el agua que corrían un peligro inminente de ahogamiento. A estos hechos se suman otras dos intervenciones, a bordo de la embarcación y la moto acuática que disponen para atender tanto a los bañistas más alejados de la orilla como a quienes están subidos en barcos de recreo.

La mayor parte de los casos se debe a incidencias leves, como golpes, picaduras, lipotimias, alergias, fracturas, insolaciones o cortes, con un total de 344 registros. En cuanto a la ambulancia de playas, hizo seis intervenciones en el inicio de la temporada alta.

Por otro lado, recordar que en junio la localidad registró dos casos con resultado de muerte. Por un lado, un hombre de avanzada edad murió en la piscina de un hotel debido a una crisis cardiaca, mientras que una mujer de nacionalidad francesa falleció cuando se bañaba en la cala del Pebret, uno de los arenales del entorno de la Serra d’Irta, que no cuenta con vigilancia. A pesar del rápido aviso y de la llegada de socorristas no se pudo hacer nada por salvar su vida. En cuanto al punto de playa accesible, el mes pasado recibió la visita de más de 70 personas.