Los sounders parecen tenerlo claro y, pese a la incertidumbre que rodea la celebración del festival Arenal Sound, ya se movilizan para buscar alojamiento cara a la edición de este verano. De hecho, varias inmobiliarias de Burriana han recibido peticiones para alquilar un apartamento y los participantes están dispuestos a abonar una señal en concepto de reserva.

En este sentido, los más previsores están optando por avanzar los arrendamientos para conseguir los mejores emplazamientos con los precios más económicos, aún a pesar de desconocer qué ocurriría con la señal si finalmente no se desarrollase el certamen.

Desde las inmobiliarias, se apunta que “si luego no se hace el festival, que vengan a pasar la semana a Burriana de todas formas”. Aun con todo, se asegura, “nosotros avisamos de que aquí se dice que no es seguro que se celebre el Arenal, pero son los propios clientes los que insisten en hacer efectiva la reserva”. Con todas esta advertencias, señalan que “lo que no sería correcto es que luego el propietario del inmueble se quede sin alquilarlo”, lo que los sounders “perderían el pago adelantado ahora”.

LAS OPCIONES // Respecto al tipo de alojamiento, la mayoría de los asistentes a los conciertos escogen quedarse a dormir en los cámpings que se habilitan al efecto. Esto se debe a que gran parte del público tiene un limitado poder adquisitivo. Sin embargo, existe un porcentaje que sí que prefiere hospedarse en hoteles o apartamentos para ganar en comodidad. Se trata de los asistentes al evento con mayor edad.

Desde la organización explican que se trata, principalmente, de “personas que vienen con la familia para aprovechar sus vacaciones de verano en la zona”. Y es que el certamen es un revulsivo para el sector inmobiliario, por cuanto se cuelga el cartel de completo en cualquier tipo de hospedaje durante los días de celebración del Arenal Sound.

MÁS ALLÁ DE BURRIANA // Pero no solo Burriana se beneficia de la llegada de sounders, sino que estos también buscan municipios próximos como alternativa, entre ellos les Alqueries, Vila-real y Castellón, ya que unos 50.000 visitantes optan por un lugar cómodo para pasar los días de fiesta.

Y lo mismo que ocurre con los pedidos de viviendas pasa con las entradas. Las compras tampoco cesan pese a que los técnicos municipales no han decidido aún si el evento cumple los requisitos exigidos, en materia de contaminación acústica y seguridad. H