El desprendimiento de tierra y piedras provocado por las lluvias de los meses de octubre y noviembre en la parte derecha de la ruta fluvial de la desembocadura del Millars, mantiene cerrado un tramo de este paisaje protegido que gestiona el consorcio en el que están integrados los municipios de Burriana, Almassora y Vila-real, junto con la Diputación de Castellón y la Generalitat.

Las razones que fundamentan esta prohibición de paso por la ruta botánica Manuel Calduch son estrictamente de seguridad. De los dos kilómetros por los que transcurre esta conocida senda peatonal, cerca de uno no puede ser utilizado. En concreto es el tramo que se encuentra entre la urbanización de los Ángeles hasta la presa del pantano de Santa Quiteria.

Por si los desprendimientos no fueran suficiente motivación, desde el consorcio destacan que «en un tramo muy estrecho exite una olivera adulta que con sus raíces penetrantes está partiendo una roca de grandes dimensiones, con el peligro que eso supone» para quienes transitan de forma habitual por la zona.

Actualmente, un equipo de técnicos trabaja en «determinar cuál es la mejor solución para asegurar este tramo de la ruta botánica y evitar que vuelvan a repetirse nuevos episodios de desprendimientos», según el consorcio.