El acuerdo para tratar de revertir el expediente de resolución de la concesión de Vallpala, las instalaciones deportivas sitas entre el polideportivo y la piscina municipal de la Vall d’Uixó, no parece que vaya a ser posible.

La empresa espera que el Ayuntamiento escuche sus razones para reconducir la situación, pero desde el consistorio defienden que la única opción que se puede atender, con el contrato en la mano, «es que se vuelva al punto de partida», según detalla el primer teniente de alcalde, Antoni Llorente, lo que supondría el cierre irreversible del restaurante, algo que para los afectados no entra entre sus planes porque, según el gerente, Israel Martínez, «el contrato, solo con las pistas y la cafetería, resultará deficitario».

PROYECTO MAL PLANTEADO / En este extremo coinciden ambas partes. Llorente considera que el proyecto está viciado desde origen y que los responsables de esa problemática serían los que plantearon el programa y quienes asumieron su gestión sin haber comprobado antes su viabilidad.

El portavoz municipal señala que el procedimiento ya se ha iniciado y la mercantil tendrá «diez días para presentar alegaciones», unas matizaciones que, a tenor de lo expuesto hasta el momento, no serán estimadas, por lo que el asunto acabará en los tribunales, reconoce el propio Martínez.

Llorente insiste en que los incumplimientos «son muy graves». En concreto, el expediente recoge dos. «La modificación unilateral de las condiciones del contrato», al haber convertido en restaurante la cafetería prevista inicialmente; y la ejecución de obras sin tener en cuenta «lo exigido en el pliego y en el proyecto de construcción y explotación», una cláusula que «por sí misma ya sería causa de resolución».

Pero además, habría que tener en cuenta la deuda de 60.000 euros en concepto de IBI que se mantiene, dado que este impuesto lleva acumulando impagos desde el mismo momento de la apertura del negocio.