Vall d’Alba aprovechó la celebración de sus fiestas patronales para rendir homenaje a las personas de más edad del municipio. Se trató de una jornada con actividades para todas las edades, pero el verdadero protagonismo fue para los más mayores.

En primer lugar, los vecinos que a lo largo de este año cumplen o cumplieron 90 años fueron agasajados por el Ayuntamiento en el Espai Cultural. Cada uno de los habitantes nonagenarios recibió de manos de la alcaldesa, Marta Barrachina, una placa que recuerda la efemérides. «Queremos, de esta sencilla manera, hacer patente el cariño y respeto no solo de la corporación municipal, sino de todo el pueblo, por nuestros ancianos que, sin duda, son un ejemplo para todos», afirmó la primera edila.

Los homenajeados fueron Consolación Gual Esteve, Mercedes Marzá García, Julio Mateu Mas, Álvaro Romero Viciano, Vicenta Mañes Montesinos, María del Carmen Traver Martínez, Carmen Paula Centelles, Rogelio Pauner Casanova, Manuel Gil Agut y Juan Ibáñez Agut, aunque los 4 últimos, y por diferentes motivos, no pudieron participar.

MISA Y COMIDA DE HERMANDAD // La jornada continuó con una misa para recordar a los difuntos, tras la que se celebró una gran comida de hermandad para los miembros de la Asociación de Gente Mayor L’Alba, que tuvo lugar en la Pelejaneta. Un multitudinario festín que se repite año tras año, y cuyo único objetivo, según la primera edila, no es otro que «agradecer y reconocer de manera pública el trabajo realizado, en la mayoría de los casos de manera anónima o silenciosa, que realiza el colectivo de mayores en beneficio de todos los vecinos. Por eso, desde el Ayuntamiento trabajamos para poner en valor la labor de nuestros mayores».

Diversos eventos infantiles y espectáculos taurinos copan el resto de la programación de unas festividades que, según explicó Barrachina, «despiertan, cada vez, un mayor interés fuera de la localidad». Entre la oferta de actividades más divertidas y refrescantes de la época estival, cabe destacar el Summer Splash, la atracción del verano que organizan el consistorio de la población y el parque acuático de Benicàssim, Aquarama, en colaboración con el periódico Mediterráneo. Este tobogán, que dispone más de 100 metros de longitud, hizo las delicias tanto de los niños como de los adultos. Muchos de los asistentes incluso llevaron sus colchonetas y flotadores para deslizarse por la plataforma, convirtiéndose así en el mayor atractivo del día para hacer frente a las elevadas temperaturas.