En el pleno del Ayuntamiento de la Vall d’Uixó que se celebrará mañana, el equipo de gobierno propondrá la incoación del expediente de resolución de la explotación de la piscina estival, tras determinar que la empresa concesionaria abandonó las instalaciones de forma unilateral.

Así lo constatan los informes técnicos con los que el tripartito defenderá esta medida, que llega al plenario dos meses después del cierre de un complejo de ocio que solo se utiliza durante los meses de verano y que se encuentra ubicado en el paraje de Sant Josep. Unos informes y un expediente que tras su ratificación serán trasladados al Consell Jurídic Consultiu, con la finalidad de saber si este organismo asesor comparte el criterio municipal.

CORREN LOS PLAZOS / Aunque falta un año para la temporada estival, el ejecutivo tiene la inquietud de que los plazos burocráticos, que siempre acompañan a este tipo de medidas, se les echen encima y la resolución no pueda hacerse efectiva a tiempo. Tanto es así que, como confirmaron fuentes municipales consultadas por Mediterráneo, de forma paralela se realizará un estudio de costes para saber qué inversión será necesaria, no solo para reparar el vaso de la piscina, que sufre graves filtraciones, sino también para asumir su explotación.

La pérdida constante de agua sería la razón principal por la que la firma concesionaria decidió un día del pasado julio no volver a abrir, según afirmaron, tras comunicarlo al Ayuntamiento. En contraposición, el equipo de gobierno, afirmó que no les avisaron de la decisión y se enteraron de la misma por una denuncia pública realizada por el PP .

El tripartito no moverá ficha a la espera de que el Consell Jurídic Consultiu se pronuncie al respecto, aunque hasta que esto suceda puedan pasar meses, porque su pretensión es contar con el máximo de avales legales, como sucediera en el caso de las pistas deportivas de Vallpala, cuya clausura definitiva se consumó el pasado enero. Desde el equipo de gobierno se incidió en el hecho de que «es la segunda concesión de la época del Partido Popular que acaba mal», apuntando a la «falta de garantías» con las que se hacían este tipo de contratos.

En la actualidad, Vallpala se gestiona como cualquier otra instalación deportiva municipal y desde el consistorio no se descarta que con la piscina estival pudiera pasar lo mismo, aunque dependiendo del calendario y «el interés general de la ciudad», se planteará una nueva adjudicación con unas condiciones más estrictas que las anteriores.