Los aledaños del CEIP Eduardo Martínez Ródenas de Benicarló se han convertido en un punto de encuentro para los jóvenes que practican botellón. Los vecinos de la zona denuncian que cada fin de semana los aledaños del centro educativo, así como las parcelas cercanas, «aparecen llenas de basura, botellas y vasos de plástico». El lugar, apartado del centro urbano y junto a la partida Povet, un sector que apenas se ha desarrollado urbanísticamente, cuenta con las condiciones perfectas para que los jóvenes, al caer la noche, puedan dar rienda suelta a una práctica prohibida como es el consumo de alcohol en la vía pública.

Las noticias del reciente fallecimiento de una menor por coma etílico en el municipio madrileño de San Martín de la Vega no ha hecho sino aumentar la preocupación y zozobra de los vecinos de la zona, que aseguran que vienen denunciando la situación «desde hace tiempo, pero nadie hace nada». Las quejas han llegado también a las redes sociales, pues denuncian a través de ellas el estado que presentan los aledaños del colegio tras esta práctica. «Semana sí y semana también se repite la misma historia; botellas de cristal tiradas junto a la valla de la escuela y por la explanada, pero lo peor es que también las lanzan al patio del colegio, con el peligro que ello conlleva porque algún escolar podría hacerse daño si no se recoge».

vigilancia policial // Ante esta situación, la alcaldesa ya comentó que la intención del Ayuntamiento es de tener «un control estricto» en esa problemática y por parte de la Policía Local existe especial interés en erradicar el botellón. De hecho, recuerdan que la vigilancia policial y las campañas de sensibilización han conseguido que la incidencia del consumo de alcohol en la vía pública en Benicarló haya disminuido significativamente y, el que se produce, se ha desplazado a las afueras y núcleos diseminados, caso de la partida Povet. H