El valor histórico y patrimonial de la Vall d’Uixó tiene un hándicap reconocido por todos, la falta de un espacio idóneo para su exposición. Los múltiples yacimientos que se extienden a lo largo y ancho del término municipal han ofrecido piezas de incalculable valor documental en las que se sientan las bases de la existencia de la ciudad, aunque solo ocasionalmente los interesados pueden acercarse a ese pasado modelado en vasijas, monedas, piezas ornamentales y otros muchos restos almacenados en el Museo Arqueológico Municipal, que no es visitable.

Conscientes de esa limitación y de los requerimientos presupuestarios para subsanar esta deficiencia, desde el Ayuntamiento llevan un tiempo ideando iniciativas de puesta en valor y difusión de ese amplio catálogo, y las redes se han convertido en unas aliadas interesantes, en especial en época de confinamiento.

El proyecto tiene un nombre de los más explícito, Museu en marxa, y abarca mucho más allá de lo que sería una sala de exposiciones al uso. Solo hacen falta dos dedos, una tablet o un teléfono móvil para conocer al detalle, por ejemplo, un caliciforme hallado en la Punta d’Orlell, una jarra hecha al horno que se conservó prácticamente intacta en el Poblat Íber de Sant Josep, o la más reciente incorporación, la vasija del neolítico encontrada en los accesos a les Coves.

Pasear y conocer

Este proyecto no nació con el estado de alarma, lleva tiempo desarrollando propuestas de puesta en valor del patrimonio local, pero cuando la reclusión en casa ha dado tan pocas opciones, esta puerta al pasado de la Vall se ha abierto de par en par mostrando lo que muy pocos ojos han visto hasta el momento. El concejal de Turismo, Jorge García, asegura que es una de las iniciativas de las que se siente «más orgulloso», admite.