Vila-real y Onda se han sumado al veto a los locales que usan las peñas o grupos de amigos para reunirse, conocidos popularmente como casals, y que suponen 983 entre ambos municipios, con el objetivo de evitar situaciones de riesgo de transmisión del covid-19 ante la evolución de la pandemia en las últimas jornadas.

En el caso de Vila-real, la junta de coordinación del equipo de gobierno acordó ayer iniciar la tramitación del expediente correspondiente para dejar sin autorización de uso los garitos que se encuentran regulados en la ordenanza de convivencia ciudadana, por lo que «si se producen reuniones de personas, ya será bajo su responsabilidad y la de los propietarios del local», explica el alcalde de la ciudad, José Benlloch.

El munícipe asegura que el consistorio «quiere evitar situaciones de riesgo por la concentración de personas, especialmente durante la primera semana de septiembre en la que estaba previsto celebrar las fiestas patronales». No obstante, avanza que una vez que la medida entre en vigor durante los próximos días, se mantendrá hasta que la evolución de la crisis sanitaria permita revocarla.

Y es que, la concejala de Seguridad Ciudadana, Silvia Gómez, señala que desde junio la Policía Local ha registrado un total de 25 incidencias por molestias ocasionadas por la reunión de personas, especialmente jóvenes, en estos espacios. «Nos preocupa esta situación y las consecuencias que pueda tener si las personas que se reúnen no cumplen con las medidas de prevención», comenta.

La ordenanza afecta a cualquier local ubicado normalmente en el casco urbano donde se reúnan varias personas, principalmente con fines de ocio, culturales, recreativos o gastronómicos, sin ánimo de lucro, en cualquier hora del día y tanto en el periodo festivo como fuera del mismo.

Censo de peñas

La regulación municipal actual, sin perjuicio del derecho de reunión a que hacen referencia la Constitución Española y el artículo 2 de la ley orgánica 9/83, establece la obligación de la inscripción de las agrupaciones en un censo, que en Vila-real cuenta con 583 peñas inscritas ahora.

Además, el nuevo decreto, según detallan desde el consistorio, tomará como base la resolución de este martes de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública para la adopción de las medidas establecidas en el acuerdo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, sobre medidas de prevención frente a la crisis derivada del covid-19.

Mientras, la norma que clausura estos espacios ya se encuentra activa en Onda desde el mismo martes. Esta medida se debe «a la voluntad municipal de proteger la salud ciudadana y evitar al máximo la aplicación de sanciones ante posibles incumplimientos de las medidas de prevención frente al coronavirus», argumentan desde el Ayuntamiento ondense.

Vigilancia policial

La Policía Local será la encargada de velar durante los próximos días por el cumplimiento y aplicación de esta nueva legislación que afecta a alrededor de 400 locales repartidos por el término municipal, mientras se mantenga activa su prohibición de uso. Además, en los casos en los que no se respete la norma, procederán al cierre y precinto de se espacio, advierten desde el consistorio.

«En estos momentos la salud de los ciudadanos es nuestra prioridad y estaremos alerta para que se cumpla», declara el comisario jefe de la Policía Local, Miguel Ángel Izquierdo, conocedor de que «es una medida dura, pero es el momento de tomar decisiones preventivas para frenar la pandemia», subraya. El cuerpo de seguridad municipal también vigilará cualquier situación anómala que pueda generar contagios, «en prevención de la seguridad y la salud general», puntualizan.

Esta nueva disposición se suma y pretende complementar a la dispuesta esta semana por parte de las autoridades sanitarias de la Comunitat Valenciana, que incluye limitaciones de horario en ámbitos como el hostelero, el cierre del ocio nocturno o la prohibición de fumar cuando no se pueda mantener la distancia mínima recomendable. Todo, con el único objetivo de evitar contagios.