Vilanova d’Alcolea renovó ayer su voto con Sant Antoni en una fiesta multitudinaria que sumó el fuego, los caballos y los vecinos, y cuyos orígenes se pierden en las tradiciones medievales de las tierras del interior de Castellón.

Este año los protagonistas fueron los residentes de la calle Mayor, que engalanaron 16 caballerías con antiquísimos aparejos que se guardan en los hogares de la población. Y es que, Vilanova d’Alcolea, el municipio que acoge en su término el aeropuerto Castellón-Costa Azahar, sigue siendo un pueblo apegado a sus tradiciones rurales y a la agricultura, y cuando llega la fiesta de Sant Antoni la mayoría de vecinos regresan a sus hogares para vivirla entre familiares y amigos. En los días previos, se elaboraron les coquetes en los hornos de la población y en las panaderías de pueblos cercanos como Benlloc o la Serra d’en Galceran.

Como es habitual, desde hace décadas, centenares de visitantes se sumaron a la Santantonà desde primera hora de la tarde. Ya por la mañana, familias y collas de vecinos prepararon las hogueras, cortando les argilagues en los campos próximos al pueblo.

Esta es un fiesta en la que participan todos los residentes, los mayorales, divididos en diez sectores de la población, y el resto del vecindario distribuyendo las hogueras por todas las calles y plazas. A las 19.00 horas se inició oficialmente la celebración al prender fuego a la gran hoguera de los mayorales. Mientras, se disparó, por primera vez, un castillo piromusical, a cargo de Pirotecnia Peñarroja de la Vall d’Uixó.

A las 22.00 horas, y con el vuelo de campanas, comenzó la matxà con la bendición de las caballerías y la entrega, por parte del párroco, del guión de Sant Antoni. Durante dos horas, la procesión recorrió Vilanova, con las calles atestadas de vecinos y visitantes. Los caballos saltaron las grandes hogueras, un espectáculo que hace singular esta fiesta en la provincia. Tras la procesión, se celebró en la calle Mayor el típico tropell en el que se reparten los dulces bendecidos, para acabar con la carrera de caballos montados a pelo por los jinetes.