Villa Elisa abrirá los 365 días al año y tendrá un uso cultural y educativo. Así lo expresaron ayer desde la Diputación de Castellón y por parte del Ayuntamiento de Benicàssim tras anunciar, el miércoles, que van a tomar las riendas del proyecto y acometerán las obras de restauración.

Las dos instituciones, que cofinanciarán la actuación de 2.100.000 euros poniéndose como meta finales del 2018 para acabarla, van a coordinar a sus equipos de trabajo «para preparar un programa de actividades de primer nivel para el momento en que finalice la rehabilitación de este emblema provincial».

De momento, no plantean un uso simplemente para actividades estivales en el edificio, sino que el objetivo es mantenerlo abierto todos los días. Para ello, trabajarán conjuntamente, gestionando reuniones y negociaciones con instituciones y entidades de todo tipo para planificar exposiciones, actividades culturales, jornadas académicas y congresos. También colaborarán con la UJI, que está trabajando en un plan de viabilidad del palacete.

DESBLOQUEO

«Es un problema que estaba enquistado y al que la Generalitat no le daba una solución, por lo que el la institución provincial ha querido estar al lado del Ayuntamiento y todos los vecinos de Benicàssim para que Villa Elisa sea un referente cultural, turístico, universitario, de congresos y seminarios. Queremos que sea un emblema patrimonial y de actividades para la localidad y la provincia», aseguró ayer Vicent Sales, vicepresidente de Cultura de la Diputación.

La alcaldesa, Susana Marqués, reconoció que ya hay entidades que se han interesado. «Va a ser una excelente sede para eventos que nos coloquen en el panorama nacional, como lo son el Palacio de la Magdalena en Santander, el de Meres en Oviedo o la Casa Encendida de Madrid».