El Ayuntamiento de Vinaròs oficializó ayer su renuncia a la piscina municipal en una reunión celebrada en la ciudad con el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, para intentar salvar 2,34 millones de € en ayudas del plan de inversión productiva en municipios (PIP).

El alcalde, Enric Pla; junto con el concejal de Urbanismo, Jan Valls; el edil de Obras y Servicios, Guillem Alsina; y el responsable de Medio Ambiente y Agricultura, Jordi Moliner, explicaron al conseller y a su equipo técnico la situación actual tras la resolución que impide reactivar el proyecto de la instalación acuática.

Teniendo en cuenta estas circunstancias, acordaron intensificar las acciones conjuntas para asegurar la subvenciones pendientes del plan aprobado en su día por el anterior Consell, que tenía que haber sido ejecutado en el 2011, pero se incumplieron las previsiones de ejecución, lo que llevó a la prórroga de algunos proyectos, como el de Vinaròs. El plazo actualmente establecido acaba en junio del 2019.

«Al haberse anulado el pleno en el que se aprobó por mayoría el cambio del carril lúdico-deportivo a una piscina cubierta, ahora tenemos que centrar nuestros esfuerzos en acelerar el proyecto que queda vigente. Para no correr riesgos, se ha decidido volver a iniciar los trámites para retomar el eje saludable aprobado en la legislatura anterior», señaló el primer edil vinarocense.