Las concejalías de Obras y Servicios y Medio Ambiente, en coordinación con la Policía Local de Vinaròs, anunciaron ayer acciones para poner fin a los vertidos ilegales de poda y objetos voluminosos que se están produciendo en diversos puntos de las zonas turísticas norte y sur y la ermita de la localidad. Los ediles de ambas áreas, Guillem Alsina y Jordi Moliner, respectivamente, adelantaron que una de las más llamativas será la instalación de un sistema de cámaras de videovigilancia «en los puntos más conflictivos».

Además, establecerán un dispositivo específico para controlar estos espacios por parte del cuerpo de seguridad local, con agentes motorizados en horario de mañana y tarde. También ampliarán la cartelería informativa, que se pondrá en más idiomas, y marcarán mejor los horarios para depositar los restos los sábados y los domingos.

El consistorio estudiará, asimismo, la posibilidad de reducir algunos puntos de recogida para optimizar el servicio, ya que actualmente hay 32 sitios para tal fin en estas áreas y consideran «que resultan demasiados», matizaron.

Por otro lado, otra de las acciones emprendidas es la cesión de una finca pública para que las empresas de jardinería depositen allí los restos.

El próximo mes de septiembre expira el contrato de jardinería y, según explicó el edil, la intención es sacarlo a concurso de nuevo con el doble objetivo de ahorrar más dinero y ofrecer una mejor prestación a los ciudadanos.