--De la gestión municipal de estos 2 años, ¿con qué se queda?

--Es difícil resumir dos años de gestión, ya que abarcan temas muy diferentes, desde la puesta en valor del centro Vinalab, la mejora de los aparcamientos públicos, la deslocalización de las festividades para que no afecten siempre a los mismos vecinos o la puesta en valor del paraje de la ermita y del poblado ibérico.

--¿Vinaròs se encuentra mejor ahora que hace 24 meses?

--Yo creo que es indiscutible que el clima social y municipal es mejor. Contra lo que algunos auguraban o deseaban, se mantiene una gestión económica equilibrada, obteniendo inversiones. Se gestiona sin clientelismo y han aumentado de forma notable las ayudas sociales y educativas.

--Lograr los 5 millones de los planes Feder, ¿es el momento más satisfactorio hasta ahora?

--Fue una noticia de las que recompensa el trabajo, pero no es la única. Además, tiene el valor añadido de haberlo hecho con Benicarló, demostrando que la colaboración entre ciudades puede dar mejores réditos que la competencia. Asimismo, conseguir introducir el segundo centro de salud en los presupuestos de la Generalitat para los próximos años fue también uno de esos momentos en que los trabajo de martillo que hacemos va tomando forma. O, recientemente, lograr que se vuelva a repartir el correo en las zonas costeras de Vinaròs ha sido otro de esos instantes en el que te sientes muy orgulloso del equipo de funcionarios y ediles.

--La costa vinarocense es muy extensa y los problemas de erosión son cada vez más evidentes. ¿Le preocupa su estado?

--Me preocupa la falta de un plan integral de actuación. En las últimas semanas se nos ha vendido un pequeño parche planificado hace meses como la actuación de urgencia necesaria y no es así. Vivimos en la costa y supone uno de los incentivos que mueve nuestra economía, por lo que necesitamos esa intervención integral que renueve los espigones y proteja nuestras playas.

--Por el contrario, se va a proteger de edificaciones dos zonas importantes de Vinaròs, como son Aiguadoliva y Sol de Riu, y se han archivado varios PAI. ¿En qué medida era necesario un cambio en la política urbanística local?

--La protección de los dos últimos rincones casi vírgenes de nuestra costa es necesaria. El archivo de la docena larga de PAI inactivos nos confronta a ese modelo que estalló en el 2007, aunque supondrá evitar gastos hoy injustificados. El Pativel y la caducidad de los PAI mandan el mismo mensaje: es hora de una política de ordenación del territorio al servicio de los ciudadanos y no tan solo de los propietarios de suelo.

--Por fin se ha solucionado la atención para renovar el DNI.

--Yo creo que es un buen ejemplo de lo que habría que hacer en otros temas, remar todos en la misma dirección. El servicio sigue teniendo las citas en el Ayuntamiento y no directamente en la oficina, algo que acabará de producirse en unos meses, espero. También parece que la Subdelegación del Gobierno ha asumido la sugerencia que le hicimos de usar la Casa del Mar, un edificio que depende del Gobierno central, para dar un mejor servicio.

--Junio del 2019, límite para la ejecución de la piscina municipal, proyecto pendiente del plan Confianza. ¿Será una realidad antes de concluir la legislatura?

--Yo lo veo factible, aunque es cierto que ya llevamos unos meses de retraso en la aprobación del proyecto. Infraestructuras como ésta plantean muchas incógnitas pero son necesarias en una ciudad de casi 30.000 habitantes, no solo por su vertiente deportiva, sino también por la educativa, la sanitaria, la social y geriátrica...

--¿Teme que se incumpla el nuevo ‘planning’ de la Conselleria en cuanto a la construcción del colegio Jaume I tras anunciarse hace unas semanas su retraso?

--Mentiría si dijese que no. La Conselleria fue la que estableció los plazos y la que no ha sido capaz de cumplirlos. Nosotros le hemos recordado que es una escuela 100% en barracones y que, por tanto, la actuación es imprescindible y ha de ser rápida.

--¿Por qué aún no se ha presentado la anunciada auditoría de las cuentas del Ayuntamiento?

--No hay ninguna auditoría de las cuentas del Ayuntamiento, esto ya lo hacen los funcionarios y la Sindicatura de Comptes. La auditoría ciudadana de la deuda es, como su nombre indica, una actividad ajena al consistorio, en la que colectivos ciudadanos elaboran una valoración de las deudas reales de las instituciones.

--¿Cuáles van a ser las prioridades hasta el final de legislatura?

--La prioridad absoluta es el desarrollo de la estrategia que debe marcar el Edusi: una ciudad inclusiva que atienda al envejecimiento y a la dependencia, una ciudad que avance en la sostenibilidad energética. Una segunda prioridad es seguir atrayendo empresas y emprendedores para diversificar la economía.