Más de seis meses después del inicio de la crisis sanitaria por el coronavirus, el Debate de Política General de la Comunitat Valenciana arrancó ayer con la pandemia de nuevo como protagonista, cuya gestión y los planes de recuperación, con la mirada puesta en las acciones para el ámbito de salud y la transformación de la atención primaria, marcaron una sesión con el hemiciclo más vacío de lo habitual para respetar las distancias de seguridad y con los diputados luciendo mascarillas con todo tipo de enseñas.

El president de la Generalitat, Ximo Puig, desgranó la estrategia destinada a superar los efectos del virus, con una inversión de 21.134 millones hasta el 2027 «que no entiende de legislaturas ni de tiempos partidistas», del mismo modo que pidió a los partidos de la oposición que «por el bien y el futuro de todos los valencianos no se aparten del camino del diálogo y el acuerdo», recalcó.

Puig, que inició su parlamento con un recuerdo a las víctimas del covid-19, tras un repaso a través de las actuaciones del Botànic II durante los últimos años, abordó en primer lugar los próximos cambios a acometer en el sistema sanitario con el objetivo de «reforzar la prevención y continuar preparándonos a fondo, porque la situación puede cambiar».

Por ello, ofrecerá un complemento de sueldo a los profesionales de los centros de salud para prestar servicio en horario de tarde de forma voluntaria y «descongestionar la red de atención primaria». Además, en lo que calificó como un «símbolo de reconocimiento a quienes se están dejando la piel» abonará una paga adicional al personal de la sanidad pública y sociosanitario para «compensar su esfuerzo».

Por otro lado, los contratos realizados para reforzar la plantilla durante la pandemia se prolongarán seis meses más. Sin embargo, el anuncio de más trascendencia en este ámbito es la reforma de la estructura institucional con la creación de un nuevo Servicio Valenciano de Salud, que incluye el nombramiento durante esta misma semana de una comisionada que se encargará de la transformación de la Atención Primaria. Esto irá acompañado de la creación de la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE) con un millar de efectivos y capacidad para actuar en catástrofes, así como de una inversión en los próximos siete ejercicios de 874 millones de euros para la construcción, ampliación y reforma de los ambulatorios y hospitales, ya dentro de la Estrategia Valenciana de Recuperación: «Si los centros de salud son la puerta de entrada, esta tiene que ser sólida, robusta y segura, por lo que es el momento de modernizarlos», declaró Puig.

Además, hubo mención a la juventud «para evitar que la generación atrapada entre dos crisis sea una generación perdida». El plan bautizado como Ariadna, en referencia al mito griego, pretende potenciar la contratación de este colectivo por entidades locales y privadas, apoyar a jóvenes investigadores, reforzar la formación contra el abandono escolar o ayudar con ayudas a la vivienda.

El problema de la financiación

El déficit de financiación que sufre la Comunitat Valenciana volvió a estar sobre la mesa en el Debate de Política General de ayer. Puig reivindicó que «tenemos derecho a disponer de los mismos recursos por habitante que el resto de españoles, y esto se concreta en disponer de 1.336 millones adicionales al año».

El president insistió en que «siempre exigiré una financiación e inversiones justas, con independencia de quien gobierne».

Antes de finalizar su discurso y dejar paso a la oposición, Puig incidió en la necesidad de acometer la reforma territorial, que minimice el «efecto capitalidad, que según el mandatario ejerce Madrid «convertido en una gran aspiradora que absorbe recursos, población, funcionariado estal y las redes de influencia».

Asimismo, mostró su apoyo a la cultura, adelantando su intención de declararla bien esencial, y el rechazo a la violencia de género y la homofobia, además de lanzar un último dardo dirigido al resto de formaciones presentes instándoles a la cooperación: «O nos salvamos juntos, o nos hundimos separados», concluyó tras cerca de 90 minutos de exposición en la cámara. La sesión se retomará este miércoles con el debate de las diferentes propuestas presentadas.

21.000 millones entre 2021 y 2027

Puig avanzó ayer durante el debate 20 de las 410 propuestas a desarrollar hasta el 2027, con una inversión de 21.134 millones de euros, entre las que se incorporan algunas como un plan de infraestructuras de Servicios Sociales para construir y adaptar los centros residenciales, la dignificación del parque público de viviendas, ayudas para la mejora de los domicilios privados o la puesta en marcha de un nuevo juzgado por provincia para temas relacionados con la pandemia con el fin de «recuperar el tiempo perdido y paliar el atasco».

Además, a mediados de octubre entrará en vigor un programa para estimular la demanda del turismo, dentro de otras medidas para el sector, y mediante el que cualquier persona empadronada en la autonomía podrá obtener una bonificación del 70% para los gastos, hasta 600 euros, en alojamientos y servicios contratados con empresas adheridas. Otro de los ejes marcados como prioritario en esta ocasión será la transición ecológica. Hasta 1.229 millones de euros irán destinados a una intervención integral para lograr reutilizar la totalidad de las aguas residuales.

Asimismo, se desarrollarán nuevos planes de impulso para las empresas, a través del Instituto Valenciano de Finanzas.