El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, planteó ayer durante la Conferencia de Presidentes celebrada de manera telemática tres grandes reflexiones: una de ellas vinculada a la economía y en la que puso sobre la mesa la necesidad de mantener los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE); un protocolo de movilidad único europeo y un marco normativo más ágil con procedimientos «exprés» que permitan acelerar las inversiones.

Así lo explicó en una declaración institucional emitida tras el encuentro, en la que detalló que es momento de mantener los ERTE porque «es el momento de salvar empresas» y puestos de trabajo. También defendió ese espacio único europeo con un protocolo único de movilidad «coherente» que permitiría mitigar los daños en el sector turístico y también en los negocios internacionales.

El president también subrayó la necesidad de un nuevo marco administrativo español con una normativa «más flexible» que permita favorecer la inversión pública y privada, con «procedimientos exprés que hagan más ágil la contratación de proyectos vinculados a ayudas europeas». «No quiere decir pérdida de control: todo el control necesario pero con toda la agilidad necesaria», precisó Puig.

Otra de las reflexiones que planteó el jefe del Consell se centró en el espacio político, señalando que la política no puede solo mirar a los expertos, los técnicos y la ciencia: «En esta pandemia la política no puede dimitir de su responsabilidad». Algunos de los retos que se le presentan, según Puig, son el de dar seguridad y estabilidad, reforzar la institucionalidad y hacer que «la unidad de acción no sea una frase vacía».

En este punto, aseguró que los políticos tienen «la exigencia ética de que se aprueben unos Presupuestos Generales del Estado» y que se haga con el máximo consenso posible, con «acuerdos que superen la aritmética».

También aludió a la necesidad de ejecutar la renovación pendiente de los órganos constitucionales, cuyo bloqueo ha calificado de «inmoral». Y reivindicó la reforma del sistema de financiación para «garantizar la suficiencia financiera y la igualdad» de todos los españoles.

Puig incidió en la necesidad de «no confundir» con mensajes equívocos a la población en relación a la pandemia: «No estamos en una situación similar a la de marzo, no puede haber ninguna relajación, pero tampoco catastrofismo». Pidió ser «ponderados» y no dejarse llevar «por los altavoces de alguna comunidad en concreto y su situación particular, que está también contaminando actualmente la situación».

«Tampoco debe instalarse en la opinión pública la falta de previsión en la vuelta a los centros educativos», dijo. «Es hora de volver a los colegios y universidades. Así lo están haciendo los países de nuestro entorno, también afectados por la pandemia», recordó.