Después de varios meses de bloqueo político, los nuevos miembros del Consell Jurídic Consultiu (CJC) tomaron posesión, incluida Magarita Soler, la primera mujer que preside el órgano. En el acto, el president Ximo Puig reivindicó el CJC como una garantía para el autogobierno de la Comunitat que, dijo, «ha mejorado su calidad democrática», al mismo tiempo que alertó de que «cualquier proceso de recentralización irá en contra del interés general» ciudadano.

Puig se pronunció así en el Palau de la Generalitat, donde tuvo lugar la toma de posesión los tres nuevos miembros del CJC, Enrique Fliquete, Joan Carles Carbonell y María del Carmen Pérez, y prometió el cargo como presidenta Margarita Soler.

El president recordó que, «en momentos de tensiones en el Estado autonómico, se ha hablado de la desaparición del CJC y de otras instituciones estatutarias», y aseveró que eso sería «un retroceso absolutamente erróneo y negativo para el interés del autogobierno de los valencianos».

mayores de edad // Puig indicó que la institución estatutaria, que elabora 800 dictámenes, es «fundamental» para fortalecer el autogobierno valenciano, que ya es «mayor de edad», y ha generado una capacidad legislativa «potente», y pidió el trabajo conjunto de todos para que ese autogobierno sea «de calidad y lo más fuerte posible». «Sin Estado de derecho no hay democracia, obviamente; sin capacidad de convivir con unas reglas, es imposible avanzar», afirmó Puig, quien resaltó que la leyes también están para ser «cuestionadas» en su momento, en sede parlamentaria y buscando «las mejores fórmulas de encaje de una sociedad».

Además, el president de la Generalitat se mostró «especialmente orgulloso» de que por primera vez una mujer presida el CJC, ya que es necesario hacer efectiva la igualdad entre hombres y mujeres en la Comunitat.