El expresidente de la Generalitat y exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, seguirá ingresado en el Hospital la Fe de València y no recibirá el alta médica durante el fin de semana, a pesar de haber obtenido el jueves la libertad provisional, según confirmaron ayer mismo fuentes hospitalarias.

Zaplana está en este centro sanitario desde el 18 de diciembre, donde fue trasladado desde la prisión de Picassent, debido a las complicaciones derivadas de la leucemia que padece. Entró en Picassent el 24 de mayo del 2018 como investigado por cohecho, blanqueo de capitales, malversación y prevaricación por orden de la titular del Juzgado de Instrucción nº 8 de València, que decretó prisión incondicional sin fianza por riesgo de fuga.

No obstante, la jueza del caso Erial decidió su libertad, tras negarse antes en diversas ocasiones a hacerlo, tras dar el juzgado orden de bloquear el dinero que en dos cuentas bancarias en Suiza tenía con 6,3 millones, que presunta e indiciariamente eran en un 90% de Eduardo Zaplana.

Ayer siguieron las reacciones políticas a la decisión. El exconsejero de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, opinó que Zaplana no habría estado tantos meses en prisión si no hubiera sido porque es del PP. Si «hubiera sido del Partido Socialista estoy seguro de que no habría durado en prisión preventiva con esta situación una semana», dijo.

Por el contrario, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, consideró que es «obvio que había motivos racionales y razonables» para mantener esa medida y que una vez «se ha garantizado» que en caso de una posible condena el dinero vuelva a los valencianos, la jueza ha procedido a eliminar la prisión provisional.