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María Contreras (Campotéjar, Granada, 1971) ha dedicado diez años de su vida a luchar contra la violencia de género. Lo hizo vestida de uniforme, desde el cuartel de la Guardia Civil de Onda y con una gran empatía y conexión con las víctimas. Asegura que el terrorismo machista es una lacra compleja de abordar y con una gran carga emocional. Tal era la responsabilidad a la que se vio sometida esta agente entre el 2006 y el 2016 --llevó ella sola los malos tratos desde el puesto de Onda durante una década--, que acabó de baja por ansiedad. Fue, precisamente, durante esa etapa de recuperación en casa cuando se animó a escribir y a plasmar en un libro todas sus experiencias.

Recientemente, con motivo de los actos por el Día Internacional Contra la Violencia de Género, presentó en Onda su publicación, que lleva por título No seré la próxima. «En el libro explico todos los factores a los que una mujer se puede exponer como víctima y que muchas veces no son capaces de percibirlo», indica la propia guardia civil, quien dice que en la publicación se pueden leer cinco historias reales de Onda, «aunque, por supuesto, obviando datos reales para preservar su intimidad».

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Contreras incluye, además, una entrevista con un médico de Urgencias, una abogada y con la alcaldesa de Onda, Carmina Ballester, para que aborden la problemática desde distintas esferas.

«En el penúltimo capítulo explico las secuelas que puede arrastrar una persona maltratada y doy información sobre el teléfono ATENPRO y la aplicación app ALERTCOPS --para avisar en caso de situación de riesgo, entre otras cosas--. También hay un test para que las mujeres respondan a ciertas situaciones de pareja que pueden constituir maltrato psicológico», comenta la autora.

«Es un libro sencillo de leer. No contiene leyes ni cuestiones farragosas. Lo hago como guardia civil, pero desde mi punto de mujer», explica Contreras, quien espera que sus páginas lleguen a mujeres en riesgo o familiares de estas para guiarlas, apoyarlas y abrirles los ojos ante la violencia de género.

Castellón registra una denuncia cada cinco horas por violencia machista. En los primeros seis meses del año pasado 838 mujeres alertaron a las autoridades sobre presuntos malos tratos y 540 llamaron al teléfono de ayuda 016 --es gratuito y no deja rastro en la factura--.

Nelea, de 26 años, fue la última víctima mortal del terrorismo machista en la provincia. Presuntamente, su novio la mató y desmembró en Vinaròs en marzo para, posteriormente, enterrar su cuerpo en una fosa en Ulldecona. El supuesto asesino negó ante el juez que la matara, pero admitió que la mutiló y que se deshizo del cuerpo.