La muestra temporal Spinosaurus: el gigante perdido del Cretáceo expone en la primera planta del Museu de les Ciències de la Ciutat de les Arts y les Ciències de València al primer dinosaurio, conocido hasta el momento, adaptado para nadar y el más grande entre los dinosaurios carnívoros. La muestra, que está organizada por la National Geographic Society con la colaboración de la Universidad de Chicago, fue inaugurada el pasado 6 de octubre y permanecerá abierta hasta el mes de febrero del año que viene.

Los expertos han debatido durante mucho tiempo si los dinosaurios podían nadar o no y hasta la fecha las pruebas directas de dinosaurios acuáticos no son precisamente abundantes. Sin embargo, sí han aparecido indicios prometedores, como unas marcas que habrían dejado los vientres de los dinosaurios en Utah. Pero cuando un equipo de arqueólogos que trabajaba en Marruecos encontró el esqueleto más complejo del gigantesco carnívoro conocido como Spinosaurus, no solo se confirmó que este especimen era más grande que el terror del Cretácico, el Tyrannosaurus rex, sino que también presentaba adaptaciones evolutivas para nadar: patas planas y cortas, fosas nasales que llegaban hasta la mitad del cráneo y una gran densidad ósea, como la de los hipopótamos. Este dinosaurio, nombrado Spinosaurus aegytiacus, claramente estaba adaptado para nadar en los lagos y ríos. Y es que cuando el Spinosaurus vivió en Marruecos, hace 97 millones de años, la zona era pantanosa.

El paleontólogo de National Geographic Nizar Ibrahim, que volvió a encontrar restos del Spinosaurus después de que los únicos que habían aparecido se destruyeran durante los bombardeos que sufrió la ciudad de Múnich, ha explicado, sobre el gigante perdido del Cretáceo, que «ningún otro dinosaurio tiene espinas tan grandes», pues algunas son del tamaño de una persona.

Tecnología de vanguardia

Para poder hacer la reconstrucción de este «monstruo ribereño», más grande que el Tyrannosaurus rex, «se ha combinado la paleontología y la tecnología de vanguardia», puntualizan.

El Spinosaurus, que vivió en el Cretáceo hace 95 millones de años, tenía unas dimensiones colosales (6,8 toneladas de peso y 15 metros de longitud, dos metros más que el Tyrannosaurus rex) y unos rasgos que lo hacen único: el cráneo parecido al de un cocodrilo, una inmensa cresta dorsal y patas posteriores cortas para desplazarse en el agua. Los resultados de la investigación sobre el nuevo hallazgo, que desveló la forma de vida semiacuática del Spinosaurus y sus dimensiones, se publicaron en la revista Science en el 2014 y son el origen de esta exposición que se inauguró en el Museo National Geographic de Washington. Tras pasar por Milán, Berlín y Barcelona llega ahora hasta la capital del Turia, donde está recibiendo continuas visitas.

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