Más historias sobre los crímenes de la historia de Castellón y sus investigaciones. El fiscal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Juan Salvador Salom --destinado en la Fiscalía de Castellón durante la mayor parte de su larga trayectoria-- lleva a las librerías un nuevo proyecto, Crónica criminal de Castellón 2 (1867-2019), tras la publicación el año pasado de una primera parte en la que abordaba el periodo comprendido entre 1937 y 2017. En el nuevo libro, que ya está a la venta, hay casos espeluznantes y Salom reconoce que los crímenes de sangre «van a más en Castellón».

--¿Qué pueden encontrar los lectores en esta segunda publicación?

--Este libro aborda 244 casos en 600 páginas. Tras la primera entrega, me di cuenta de que había mucho material anterior. He realizado una gran labor de investigación y recopilación, pues en 1936 se destruyeron los archivos judiciales de la provincia y he tenido que ir recabando documentos incompletos durante más de un año y medio.

--¿Qué hechos concretos recoge?

--Hay casos de corrupción de 1980 en el Ayuntamiento de Castelló y hablo de la última mujer que murió por garrote vil y que era de la provincia. También trato el caso de una señora que en 1943, en pleno racionamiento, dio una paliza brutal e hizo abortar a una embarazada de ocho meses solo para quitarle medio kilo de tomates. Más recientemente, abordo el crimen del emparedador de Vinaròs, el doble asesinato de Càlig o el caso de un hombre que se amputó una mano en Nules para cobrar el seguro.

--¿Qué localidades aparecen en el libro?

--Hay una gran representación provincial. Recuerdo hechos de Altura, Ares, Argelita, Bejís, l’Alcora, Burriana, la Vall d’Uixó, la Jana, Jérica, Castelló...

--En su primer libro dedicó un extenso capítulo al asesino en serie Joaquín Ferrandiz. En 2023 cumplirá su pena de prisión y saldrá. ¿Cómo considera usted que afrontará la provincia ese momento? ¿Cree en la reinserción?

--Habrá que verlo. Ya en su primera condena por agresión sexual era un preso modelo. Después de 25 años en la cárcel esperemos que haya evolucionado. La estadística dice que en España hay una tasa de reinserción del 70%, pero estos casos son difíciles. Él salió de cumplir su primera condena en 1996 y a los seis meses había matado a cuatro personas... Aquello fue un fallo tremendo del sistema porque el programa de vigilancia como tal no existía.

--Castellón ha vivido en los últimos años terribles crímenes machistas, un doble parricidio o el asesinato de ‘Maikel’ a manos de dos menores y otro implicado muy joven. ¿Estamos en un momento especialmente negro de la historia?

--Hoy en día la maldad llega a unos límites que superan la ficción. Se busca hacer daños a conciencia y hay una escasa tolerancia a la frustración.

nbalaguer@epmediterraneo.com